Caracas, 26.09.17 (prensa DSDC).- La sordera, es una discapacidad invisible, en muchos
casos, quienes la padecen requieren de un intérprete en las instituciones
públicas y privadas para brindar una buena atención, por eso este martes arrancó
en la sede de la Dirección de Salud del
Distrito Capital, el primer taller en Lengua de Señas, dirigido a trabajadores
en general como parte importante de la gestión en salud.
El
taller está siendo dictado por los profesores
María Vento y José Luis Comesaña, profesionales adscritos a la Dirección
Nacional de Salud Integral de las Personas con Discapacidad del MPPS,
quienes arrancaron esta capacitación indicando
a los participantes la importancia de la lengua por señas, dado que este sector
de la población discapacitada en el país, es la que cuenta con mayores
barreras.
Comesaña
explicó que aun cuando las personas con discapacidad auditiva o sordera tienen
sus derechos consagrados en la Constitución Bolivariana y otros estatutos como
la Ley para las Personas con Discapacidad, no existe la concientización
necesaria en la ciudadanía en general ni en los servidores públicos, los que
les dificulta muchos aspectos de su vida
e incluso su discapacidad no es vista como tal.
“La
sordera es una discapacidad invisible, dependemos mucho de un intérprete y
somos ignorados en las colas, en el tránsito y cualquier otro espacios. Nos ven
solo como un sordo y no se nos brinda el mismo apoyo que auna persona invalida
o ciega”, afirma el licenciado Comesaña, quien perdió el sentido de la audición
a los ocho años.
En
compañía con María Vento han instruido a muchas personas en el manejo del
lenguaje, mismo que no se domina en unas tres clases, requiere practica
profundización y respeto por las normas y señas existentes. Interactuar con una
persona sorda, no da espacio para inventar señas nuevas.
Durante
esta primera sesión del taller que durará tres meses, se inició con lo básico,
el saludo, los días de la semana, los meses, los números y algunos aspectos
jocosos e informativos como la distracción que le ocasionan luces y flashes, para incentivar la práctica de este lenguaje que debe ser parte de cualquier funcionario
público para brindar la atención adecuada.